Podría Ser...

Me refugio en el papel para explicarle lo que siento, él me entiende, es el mejor en esto, es mi psicólogo, una especie de auto ayuda, el habla cuando mi alma está muda. Soy un alumno de su clase, él es la base, siento un desahogo total en cada frase, el me ayuda a olvidar por un instante, es como si a través de palabras un peso me quitase. El no me falla en mis días de inspiración, está esperándome en el escritorio de mi habitación, nuestro acompañante el lápiz nos guía, su mina mancha de letras estos renglones que escribo, papel y lápiz, muy dentro los percibo cuando escribo, papel y lápiz, hacen de un loco un escritor compulsivo, papel y lápiz, hacen que crea en los motivos por los cuales vivo. Me ayudan a reflexionar sobre la vida, para que mentes perciban cada rima, vuestros halagos suben mi autoestima, ponen a cada texto el broche, me exigen a volver con el papel cada noche. Espero que perdure mi existencia y con ella la de mi psicólogo, no me gustaría terminar sin empezar el prólogo. Mi papel no se arrugará, la mina de mi lápiz perdurará, moriré y todo lo que escribo seguirá, no soy inmortal pero cada letra me lo hace estar, mis historias seguirán viviendo cuando yo deje de estar, de esta forma consigo hacerme inmortal.

Alejandro García, “Y solo ante el papel puedo eliminar tensión, él me entiende y no me cobra ochenta euros por sesión”